Poco se habla, poco se dice, del papel, de los silencios, de la situación, de los pensamientos y de los sentimientos de las Fuerzas Armadas ante la brutal coyuntural actual en que está inmersa España; menos aún comunican sus miembros, ni en privado, ni mucho menos en público, en activo o retirados; hemos detectado sólo una reacción a la que dimos publicidad en primicia en esta publicación. Parece que colectivo tan importante en la vida de cualquier nación, que tiene encomendadas obligaciones y responsabilidades máximas, tanto por la propia Constitución aún en vigor, como por la misma esencia de su existencia, o nada piensa o nada quiere pensar, o, si piensa, nada dice o nada quiere decir. Los demás, dirigentes políticos y sociales, también callan. Parece como si un “telón de acero” hubiera caído sobre las FAS o que con él se hubieran voluntariamente mimetizado. Da la impresión de que no existen o no quieren existir. ¿Tienen o se les tiene miedo? ¿Se cuenta con ellas o no? ¿Se las considera como algo? ¿No están formadas por españoles? ¿Sólo están para misiones internacionales que de poco valen? ¿Constan en la Constitución pero para no aplicarse nunca, como dijo alguien? ¿Sirven para algo o nada sirven ni valen? ¿Se distraen o se las distrae en misiones internacionales de las que nada, excepto gasto, se saca, salvo servir a intereses oscuros externos? ¿No se pronuncian ni siquiera en las reuniones al más alto nivel que se producen? ¿Son floreros o zombis? ¿Tienen sangre? ¡Hola, hola, FAS, ¿estáis ahí?!
Presentamos a continuación la carta con algunas reflexiones remitida por nuestro director a la cúpula militar en relación con la situación actual.
Añadimos además comentarios a las declaraciones del JEMAD, General Alejandre, en relación a la situación actual de España: