Para este 1º de mayo, escribimos unos retazos de José Antonio Primo de Rivera.
LIBERALISMO, CAPITALISMO, SOCIALISMO Y MARXISMO.
Pero esto tiene sus raíces en liberalismo, cuya máquina es el Parlamento; el liberalismo, seguido siempre por los señoritingos que lo cultivan artificiosamente, como exclusivo de las castas superiores. El liberalismo fue así desde su principio. Nació y lo pusieron en moda con sus doctrinas, el señoritismo brillante del siglo XVIII, los petimetres que hablaban de liberalismo y de nivelación social, para entretener sus ocios con las duquesas en los elegantes salones en sus medios artificiales. Proclamaban la libertad del trabajo como un sarcasmo más; pero el capitalismo, mientras acumulaba formidables fortunas y numerosas fábricas lanzaba a la desesperación a millones y millones de seres, cuyo ineludible destino era: o la muerte por hambre o el trabajo por jornal mísero.
Y como esto no podía seguir así, surgió el socialismo para reivindicar al obrero. Nosotros tenemos también de común con el socialismo el querer mejorar la suerte del proletariado.
El socialismo era en un principio, algo místico, algo sentimental, algo que suponía una especie de renunciación espiritual. Pensaron que esos obreros hambrientos eran sus hermanos; pero si los primeros socialistas fueron señoritos, casi unos poetas, el socialismo adquirió una negrura horrible cuando apareció en él, la figura de aquel judío que se llamó Carlos Marx y adquirió esta negrura porque él, consideraba postizo toda clase de sentimientos, incluso el amor, la religión y la Patria, no existiendo para él más que la preponderancia de los factores económicos, y así, de este modo, enfrentó al capitalismo con el proletariado, en una guerra fratricida. Así se sitúa Carlos Marx, contempla este tremendo drama y deduce sus leyes fatales.
“Este Marx, que algunos ignorantemente, consideran como apóstol, cuando está en la intimidad, en las cartas que escribe a Engels, hablando del socialismo, es el que dice que los obreros son la chusma y la canalla necesaria para que en los pueblos triunfe la doctrina socialista”. (Cáceres, 4 febrero 1934)
“La propiedad privada es lo contrario del capitalismo; la propiedad es la proyección directa del hombre sobre sus cosas: es un atributo elemental humano”. (Málaga 21 julio 1935)
Oración a S. José, trabajador:
Socorrednos en nuestras necesidades temporales y económicas, oh S. José, y ya que Vos teníais que ganar el pan de cada día con el sudor de vuestra frente, confiamos experimentar vuestro eficaz patrocinio. Amén
Socorrednos en nuestras necesidades temporales y económicas, oh S. José, y ya que Vos teníais que ganar el pan de cada día con el sudor de vuestra frente, confiamos experimentar vuestro eficaz patrocinio. Amén